Brindo por ustedes!

Estos últimos días departiendo con una de mis mejores amigas caí en cuenta de lo indispensable que es la tecnología y la supercarretera de la información. Y cómo nos ha hecho más fácil y alegre la vida... no sólo para cuestiones laborales y de comunicación.. también porque gracias a ella encontramos las maneras más... impensables de divertirnos... como esta....

Medias de Seda es un "cyber.espacio" para ustedes mis queridas, adoradas y siempre presentes amigas de la C.I.D.A... y para toda aquella ociosa como yo que se encuentre.. "indagando en la web" con ganas de leer alguna anécdota jocosa, escupir virtualmente a un guey... compartir traumas, etc.

Espero saber de ustedes con sus historias graciosas (ya saben las mismas que usaríamos para el sit-com) y sus opiniones...

Importante aclaración: toda situación bochornosa, quemón, reclamo, dudas quejas y quebrantos.. deberán mantenerse anónimoooooooossssssssssssss..

Ujuuu banderazo de salida... rompedera de champagneeee!

jueves, 3 de septiembre de 2009

Perdonar es el valor de los valientes

“Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar.”

A todos nos han traicionado, ya se en el matrimonio, noviazgo, amistad o aun en el trabajo. Tu y yo sabemos que duele mucho. A queremos perdonar, pero los sentimientos no lo dejan. Se apoderan del cariño para transformarlo en duda, en miedo, en dolor. A veces deseamos regresarla, pagando con la misma moneda; nos sentimos tontos, burlados, devaluados.

Hay tantas cosas que se dicen cuando uno es traicionado: lo quiero mucho, pero no me merezco esto; tanto que ayude a esta persona a ser lo que es y ahora ni se acuerda de mi; era mi mejor amigo o amiga y ahora solo dice mentiras y difama nuestra relación; jamás me espere una traición de esa persona, jamás confiaré en nadie mas.

Todas estas son palabras de dolor, de intensa agonía de sentimiento de perdida. Muchas de estas cosas ni siquiera las pensamos, pero son palabras que vuelan de nuestra menta para tratar de hacer que el dolor se vaya.

Sin embargo, pasa el tiempo y el dolor sigue ahí. Es cuando nos cansamos de estar enojados y no tenemos mas energía que para estar tristes. Y es cuando reflexionamos a la contraria. ¿y si perdono?

Tenemos tres opciones:

Nuestra primera opción y la mas normal, a mi punto de vista, es mantener distancia y levantar una barrera de protección de 1,000 metros. Queremos sentirnos protegidos y asegurarnos que nadie volverá a lastimarnos, en especial esa persona que ya lo hizo una vez. ¿cómo va ese dicho? “La primera es tu culpa, pero la segunda, la culpa es mía”. Nadie quiere ser culpable del sufrimiento propio… al menos no conscientemente. Aunque las barreras protegen, también aíslan. Ese es el gran costo de oportunidad de esta opción.

Otro camino sería cobrarle los platos rotos a personas que no tienen nada que ver con el asunto. Atacamos sobretodo a los mas felices, a los que tienen lo que nosotros no tenemos y empezamos a contaminar a otros. Una pasión puramente carnal, en donde la tristeza del otro nos causa placer. Una opción que solo nos lleva a la amargura y a quedarnos solos.

Y la última opciones perdonar y pedirle a Dios que aleje el rencor de nuestras vidas, para poder encontrar la paz. Aunque muchos nos creemos invencibles y que solos podemos perdonar, al final nos damos cuenta que el amor y la compasión es la única manera de sanar y encontrar la felicidad todos los días. Dios, quien es eterno amor, es el único que puede quitarnos los sentimientos negativos y daros la fuerza para encontrarnos a nosotros mismos, nuestras convicciones y darnos caridad para mar y servir la prójimo. ¿Cuál es el hilo negro? Que debemos creer que existe Dios, que no podemos solos y aceptar que lo que tanto negaste es cierto: Dios te ama y hará todo lo posible para que seas feliz.

Jesús, entiende perfecto la traición. Todos sus amigos se le voltearon justo en el momento que más los necesitaba, en el momento de su muerte. Así que Él entiende tu dolor, por supuesto que esta dispuesto a sanarte y ayudarte en el proceso. Nunca olvidemos que las heridas son oportunidades para crecer y madurar en la vida.

Si queremos ser 100% libres, el perdonar no es una opción, es una necesidad para no tener grandes pesas en los pies que te impidan volar. Por su puesto que perdonar toma tiempo. Es un proceso en donde se busca reestablecer la confianza en la persona y en la humanidad… para hacerlo se requiere compromiso de cambios y responsabilidad. Tenemos estar convencidos de querer hacerlo.

Vale la pena hacer otra cita: “Si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, Dios, su Padre que está en el cielo, los perdonará a ustedes. Pero si ustedes no perdonan a los demás, tampoco su Padre los perdonará a ustedes.” Mateo 6:14-15 (BLS)

No dejes que las heridas te limiten en tu potencial y que maten tus sueños. Dios puede cambiar tu vida si estas dispuesto a perdonar, amar y servir sin esperar nada a cambio. Dios va a usar tus heridas para bendición de otros.

Hoy es el mejor día para perdonar y ser sanado de toda herida. Es tiempo de vivir la vida con libertad, con las alas abiertas.

El costo de la vida

Es imposible cruzar la vida

sin que un trabajo salga mal hecho,

sin que una amistad cauce decepción,

sin padecer algún quebranto de salud,

sin que un amor nos abandone,

sin que ningún ser querido fallezca,

sin equivocarse en algún negocio…

Ese es el costo de la vida.

Sin embargo… Lo importante no es lo que suceda

sino cómo sobrellevarlo.

Si te pones a coleccionar heridas eternamente,

vivirás como un pájaro herido… incapaz de volver a volar